viernes, 17 de abril de 2009

“Mainbocher Corset” (1939)

Siempre he preferido la sencillez de las formas compositivas a la sobrecarga de elementos inútiles que se hacinan en el marco de la imagen, restando interés y atractivo al objeto-sujeto retratado. La mujer de espaldas es uno de los motivos fotográficos o pictóricos que cualquier artista aborda antes o después en su estudio. Sin lugar a dudas la silueta femenina es la Belleza por antonomasia por lo que la porción que el artista ha de aportar a su trabajo es (o debería ser) prácticamente nula.

Quizá la espalda más famosa de la historia de la fotografía es la surrealista “Le violon d´Ingres” de Man Ray de 1924 para la que Ray había tomado como modelo una obra pintada por Ingres para retratar la forma antropomorfa del violonchelo.

Mi “espalda favorita” es “Mainbocher Corset” del fotógrafo Horst P. Horst. Horst es considerado por muchos como el primer fotógrafo de moda, aunque aceptar completamente tal calificativo sería en mi opinión menospreciar a algunos de sus precursores como Barón Adolphe de Meyer, Cecil Beaton, Edward Steichen e incluso Man Ray, fotografos que merecerán un extenso capítulo.

Horst trabajó especialmente para la revista Vogue a partir de los años 30. “Mainbocher Corsé”, tomada en París en 1939 fue, según el fotógrafo, la última fotografía que tomaría antes de la II Guerra Mundial. Ese mismo día era llamado a filas y se embarcaba en el Normandie sirviendo al ejército de Estados Unidos como fotógrafo. El propio Horst contaba años más tarde que no se explicaba cómo pudo tomar la fotografía horas antes del caos. Y conociendo las circunstancias históricas, ¿cómo pudo realmente realizar una fotografía de tal quietud y sosiego? Quizá fuese la propia modelo quien, agotada después de toda la sesión, regalaba este momento al fotógrafo mientras se desprendía de las prendas con las que había posado.

La fotografía posee todo lo que una obra de arte debe tener, es decir, casi nada. Una elegante figura reposa sobre un soporte que se funde sutilmente con el fondo. La única fuente de luz que baña la escena proyecta una dura sombra cuya masa negra queda suavizada por la caída del lazo y la textura de la pared.

“Mainbocher Corset” es un claro ejemplo de que el arte puede transportar al espectador a un lugar misterioso y bello, casi intocable, dando la espalda (nunca mejor dicho) a las adversidades que rodean la propia historia.

Horst murió en 1999, tras una larga vida de lujo y fama.

2 comentarios:

  1. Los más duchos en literatura que en fotografía conocemos Mainbocher Corset como portada de "Cuando fui mortal" (Javier Marías). Por aportar algo...

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  2. Me gustaría saber qué fue de la modelo de la foto. Si bien Horst fue a fotografiar la barbarie mientras consideraba en qué invertir su largo futuro de lujo y fama, la chica debió pasar su futuro inmediato pensando en cómo sobrevivir a una Francia ocupada mientras los hombres de su entorno se mataban como cerdos en el barro.

    Siempre nos quedará París, que por supuesto, bien vale una misa.

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